COMERCIO JUSTO

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El Comercio Justo en la actualidad, pretende comercializar sin intermediarios, para vender en el mercado de forma equitativa, aquellos productos de elaboración propia como son mis naranjas, un producto con cinco sentidos, de mis tierras.

Este sistema del Comercio Justo está pensado para un beneficio mutuo. Una economía más justa, mientras el aporte vitamínico y nutritivo de mis cítricos te ofrece una alimentación más saludable, a un precio bajo, low cost.

Solidario, gracias a tu compra puedo sobrevivir. Me ayudas a mantener mis campos, vivir dignamente de mi trabajo, contribuyo ecológicamente y creo un espacio verde. El abandono de mis tierras contribuye a la desertización. También a construir un mundo más humano, social y más respetuoso con el medio ambiente. El Comercio Justo apoya el derecho de los trabajadores, un pago justo por la producción, garantiza unas condiciones laborales dignas, reduce el número de intermediarios, posibilita una relación más directa y humana, entre el consumidor y el productor.

Los precios son muy bajos para los agricultores, debido que en muchos casos no cubrimos los gastos que hemos tenido a lo largo del año. Entre jornaleros, regadores, fertilizantes, pulverizadores, corredores, recolectores, comerciantes o cooperativas, transportistas, mercados de abastos, supermercados, y alguien más, que seguro que se me olvida. Sí tenemos en cuenta que todas estas personas tienen que comer, cuando le llega al agricultor ya no queda dinero, ni beneficio, “NADA.”

Del campo al supermercado no tenemos idea de todos los lugares por donde la naranja pasó, de todo el proceso que fue necesario para llegarlo al consumidor final y todo el dinero y cantidad de personas involucradas en el proceso. Y lo más triste el dinero que recibe el pobre agricultor, si llega a percibir algo.

Además, normalmente los agricultores cobramos a los 4 a 6 meses después de su recolección, es decir, año y medio después de haber empezado con los trabajos. Sí llegamos a cobrar. Todo esto es debido, a que la mayoría de las ocasiones, los mayoristas y los almacenistas no nos respectan los contratos de venta y nos pagan a un precio inferior del contratado, bajo el castigo de no cobrar o que no te compren la fruta la temporada siguiente.
“Que cobremos es un milagro.” Sí has leído bien un milagro, porque algunas veces, las almacenes quiebran. No pagan a nadie y en la temporada siguiente reabren las puertas con otros nombres, alegando que son las cadenas de distribuidores que no les han pagado. Así va la cosa, con la música a otra parte, son los mismos perros con distintos collares.

Los comerciantes (almacenistas) para obtener el máximo de ingresos económicos, recurren a métodos de dudosa salubridad y sin ninguna ética. Esto significa naranjas de importación fuera de temporada de recolección y con un género averiado, sin control de calidad, con tratamientos no autorizados, sin inspección fitosanitaria. Dichos almacenistas, compran las naranjas en el extranjero y las envasan en España, con marca española.

Por otra parte, la venta de naranjas a los grandes comerciantes, es el método de comercialización que siguen todos los agricultores de cítricos, pero durante todo este proceso las naranjas pierden calidad al pasar de la recolección del árbol, por almacenes, al verse sometidas a los tratamientos de conservantes, encerados y colorantes, proceso de envasado, venta y reparto a almacenes distribuidores, venta y reparto a tiendas y supermercados, compra del producto para el consumidor final.

El mercado no es neutral, es un instrumento económico que puede servir para construir o destruir. Aunque, es un medio generador de grandes diferencias, también puede llegar a ser un medio para el reparto de la riqueza. Lo mismo que la ciencia puede ser UTILIZADA para la paz o para la guerra. Dependerá de la voluntad humana, pero esa voluntad es, hoy, la de quienes controlan el mundo, o lo que es lo mismo quienes controlan los mercados. Productores, distribuidores o intermediarios y consumidores.

El químico francés Louis Pasteur dijo: La diferencia entre lo posible y lo imposible es la voluntad humana. ¿Qué hacemos?

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